domingo, 26 de abril de 2015

ORIENTACIÓN EDUCATIVA


Orientación Educativa

Revista Pilquen • Sección Psicopedagogía • Año XV • Nº 10, 2013 Recibido: 22/05/13 • Aceptado: 30/05/13 1 

 

 

La orientación educativa es un área que se ha ido transformando a lo largo de la historia, México como en el mundo entero, el desempeñarse como orientador educativo no es tarea fácil, requiere el desarrollo de diversas competencias con la finalidad de alcanzar el objetivo de favorecer el proceso de aprendizaje y ayudar a los alumnos en su desarrollo personal y profesional.

En la actualidad se habla que un profesionista debe de contar con una serie de competencias que le ayuden a desarrollar su trabajo, en el ámbito de la orientación se aprobó en el 2003 en la Asamblea General de la Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional (AIOEP) las competencias internacionales relativas a los profesionales de la orientación y la educación, las cuales se identifican a continuación.

 

Competencias centrales y especializadas

Entre las competencias centrales o generales se encuentran las que se refieren a la responsabilidad profesional y el comportamiento ético, el desarrollo del cliente, el respeto y la sensibilidad hacia la diversidad cultural, el autoconocimiento, la formación permanente en teoría y práctica, la investigación en el trabajo y las habilidades para la cooperación (Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional 1995). Los bloques de competencias especializadas, que recogen competencias específicas, son los que se refieren al diagnóstico, la consulta, la investigación, la gestión de programas y servicios, el desarrollo comunitario y el empleo (AIOEP  1995), son competencias consideradas básicas para el desempeño de una labor eficiente en la orientación, aun cuando éstas son parte de un proceso de formación y profesionalización de los orientadores.

 

Funciones Básicas del Orientador

Las funciones del orientador varían dependiendo de las necesidades de la institución así como del nivel educativo en el que se desarrolle la actividad de orientación pero podemos mencionar cuatro funciones básicas según Caballero (2005) establece:

ü  Función diagnóstica. Trata la valoración y el diagnóstico de las necesidades del sujeto para posibilitar su autoconocimiento y el desarrollo de su proyecto vital.

ü  Función de ayuda. Esta engloba tareas como el asesoramiento y el consejo personal, la formación en la búsqueda y utilización de la información, la ayuda en el proceso de toma de decisiones y el apoyo en el desarrollo del proyecto vital.





ü  Función de planificación, organización y coordinación de la intervención. A través de esta intervención participan los programas educativos, con especial atención a los contextos donde se desarrollan los agentes educativos implicados, los recursos y las actividades consideradas.

ü  Función de evaluación e investigación de la propia acción orientadora. Se afronta la evaluación en el nivel global y específico, se informa de las investigaciones más relevantes y se utilizan las conclusiones de éstas en la práctica orientadora. Se investiga sobre la propia intervención orientadora.

 

Diferencia entre las funciones y el perfil del orientador según el nivel educativo

Dentro de cada nivel educativo se requiere un perfil determinado para cumplir adecuadamente las funciones de orientación de acuerdo con las características únicas del alumnado.

 
 

 

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